15 de diciembre de 2012

Días interminables.

A.

Joder, ¿dónde estoy? Recuerdo que anoche me fui de fiesta. Pero un chico... Un chico me drogo, y el chico de la nueva firma.... Y... Y... ¡El chico guapo que me dijo que no bebiese de la copa! Después no me acuerdo de nada más.... Salgo de la cama, madre mía, esto es enorme.... Abro una puerta que hay. Joder, menudo baño... Me parece que estoy oyendo agua, me meto en el baño para hacer pis. Dios bendito, el chico del traje se está duchando, debo de estar en su casa.... Me subo los pantalones sobresaltada e intento salir sin que se dé cuenta de que he estado en el baño. Uf, menos mal... ¿Ayer me acosté con él? Es posible... Me tumbo en la cama, mi cabeza está dando vueltas y mi estómago no acaba de estar en orden, me tapo con la colcha de plumas y cierro los ojos, en ese momento la puerta del baño se abre. Madre mía, lleva sólo una toalla de la cintura. Está muy musculado. Sus abdominales son como una tabla de chocolate esperando a ser comida, sus pectorales son de infarto y sus bíceps son como dos bolas de helado, grande.
-Buenos días....-digo desperezándome.
Él me mira sorprendido y me dice.
-No debe acordarse de lo de anoche, ¿me equivoco señorita?
Me quedo dubitativa un momento antes de responderle a la pregunta.
-No se equivoca. ¿Qué pasó?
-Bueno, dado que decidió no fiarse de mí y beberse esa copa que le trajo el chico, acabo drogada y tuve que llevarla a casa de Chelsea, me dijo que me la podía traer a mi casa esta noche y la traje.
-¿Sólo eso?
Vaya, pensaba que me había tirado a un hombre rico....
-Sí señorita, sólo eso....-dice soltando una carcajada.- ¿Le parece poco?
-No, es sólo que....
-¿Pensaba que me acostaría con una niña drogada? Lo lamento pero no.
-Bueno pues nada, yo creo que también me voy a duchar, podrías haberte esperado y haberte duchado conmigo...-digo picaresca.
-Es usted muy lanzada señorita.
-¿Es normal que me llames señorita y me hables de usted?
-¿Le molesta?
-No....
-Entonces, no pasa nada.
-Bueno, me voy.
Me meto en el baño y abro el grifo. Me quito la ropa de ayer, que aún llevo puesta (podría haberme cambiado la ropa por lo menos) Mi pelo liso está alborotado así que me lo lavo. Sólo tiene champús de hombre así que le pego un grito desde la ducha.
-¿Qué le pasa?- pregunta preocupado.
Asomo mi cabeza para decirle que no hay champú, no me va a traer otro, dice que me aguante... Será idiota... Como venganza gasto todo su champú, uno de los tantos que hay. Salgo de la ducha y me pongo la toalla que me ha dejado en el lavabo. Salgo envuelta con la toalla. Él está con el ordenador.
-Oye, no tengo ropa limpia...
Me mira y, no tiene la reacción que me gustaría y pretendía provocarle, se levanta. Me da una camisa color rosa bebé y unos de sus pantalones de pijama.
-Puedes vestirte en el vestidor, a la izquierda.- me indica volviendo a su ordenador.
Salgo de su cuarto. Esto es enorme, hay unas escaleras gigantes que conducen al piso de abajo. Voy al vestidor. Cualquier chica querría este vestidor. Me cambio y decido explorar la casa. En el segundo piso; el cuarto de...vale, no me sé su nombre, el vestidor, el baño y otra puerta que no sé a que pertenece. Me meto en esa cuarta puerta. Esto es genial, hay un estudio con vistas a Hyde Park. Se ve que vive en un edificio, un duplex por lo que veo. Oh, un piano negro, siempre he querido tocar uno de estos. Toco el piano desde que tengo cuatro años, me empezó a enseñar mi padre y siempre que voy a visitarle a la cárcel tocamos juntos. Uno de los pequeños placeres de la vida. Toco mi canción favorita "Close Cover"de Wim Mertens. Mis dedos acarician cada una de las teclas y me pierdo en el sonido de la música dejando que me saque de este mundo para llevarme al mundo de la música. Un cuerpo rodea el mío haciendo que abra los ojos. El chico está ahí. Tocando conmigo. Cogiendo mis manos. Tocando conmigo. Haciendo un baile con sus manos y las mías. 
-Toca genial señorita. ¿Dónde ha aprendido?
-Mmm...
-Parece que es la primera vez que la he desarmado.
Suelta una pequeña risita. 
-Me enseñó mi padre. Una cosa, llevo su ropa, estoy en su casa, me he duchado en tu ducha, estoy tocando tu piano y no sé tu nombre...
-¿Irónico verdad?
-Sí, ¿cómo te llamas?
-Señor Knoxville a su disposición. 
-¿Knoxville? ¿Es ese tu nombre?
-Mi apellido. 
-Oh, genial. Pero te he preguntado tu nombre. 
-Es usted un poco infantil, ¿no?
-Perdona, pero eres tú el que no me dice su nombre...
-¿Cómo se llama usted?
-A. 
-Una vocal.
-Sí. 
-A, le he preguntado su verdadero nombre. 
-Tú me has dicho tu apellido, no tengo por qué decirte mi nombre.
-Roland. 
-Annie.
-¿Annie?
-Bueno... Sí.
-Bueno ¿qué?
-Mi nombre es Annabelle... Pero como máximo me llaman Annie.
-Annabelle... Bonito nombre. 
-Sí sí, precioso...
-Annabelle, es un nombre perfecto para usted.
-¿Por qué?
-Este nombre se atribuye a gente impaciente, gente que se adapta con facilidad  y bueno, es un nombre precioso, como usted.
Un momento, espera que examine lo que me acaba de decir.
-¿Me... estás piropeando, Ronald?
-Annabelle, simplemente soy realista. Y preferiría que me llamara señor Knoxville.
-¡Oye! No me llames Annabelle, Ronald.
-Es usted incansable señorita. Será mejor que se vista, su ropa ya está lavada, y la lleve a casa. 
Me voy a por la ropa, me la da una mujer de unos cuarenta y muchos o cincuenta y pocos, pelo canoso y cara alargada y delgada. Me cambio en el vestidor y salgo para que me lleve de vuelta a casa. Al salir Ronald me da mi móvil. Tengo siete llamadas perdidas de mi madre, dos de Chelsea, una de Lily, otras dos de Bruce y cuatro de Logan. Comienzo por la de madre. 
-Mamá...
-Annie, me tenías preocupada. ¿Qué tal en casa de tu amigo? ¿Ya vuelves?
¿Cómo sabe qué he estado en casa de "un amigo"?

-Muy bien. Ya vuelvo, sí. 
-Muy bien, supongo. La mañana ha empezado un poco rara.
-¡Bruce!
-Genial hija. ¿Cuánto tardarás?
-No sé, cuando esté a punto de llegar te llamo. 
-Vale, adiós hija. Te quiero. 
-Adiós mamá.
Cuelgo y Ronald me abre la puerta de su mega cochazo y luego se mete él. 
-¿Te sabes mi dirección?
-No, si me la dice le podré hacer de taxista. 
 -83 London Road, Twickenham
Pasamos un rato en silencio hasta que la curiosidad me mata y le pregunto.
-¿Cuántos años tienes?
-Señorita Annabelle, ¿es necesario?
-¿Por qué no quieres que sepa cosas sobre ti? ¿Tienes miedo de qué te acose o algo? No soy de esas...
-Annabelle, no es cuestión de que me acoses, aunque gracias por aclarármelo, es sólo que no es de mi agrado compartir cosas de mi vida con...
-¿Desconocidos?
-Se podría decir que sí.
-Bueno, yo he dormido en tu cama y en tu casa. ¿Cuál es el problema? Ya no soy una desconocida.
-Mi término de persona conocida no es el mismo que el suyo, Annabelle. Para mí, una persona conocida es alguien del cual tengo información. Un conocido. Alguien que conozco. 
-Puf, mira, ¿qué quieres saber de mí? Me llamo Annabelle Van Middlesworth, apellido de mi padre aunque vivo con mi madre, Mar, y su marido, Cecilio, y mi hermanastro, Carter. Todo el mundo me llama A o como mucho Annie, menos Cecilio que le escapa algunas veces Annabelle. Lo mejor que he hecho en la vida ha sido comerme un puromoro. Tengo dieciocho años. Soy rubia, natural, con ojos azules. Ammm, me quiero hacer las californianas en negro, tatuarme en la nuca "Everybody is hispter" con una calavera encima. Ah, claro, voy al instituto, mi último año. Cuando salga del instituto quiero montar un grupo y estudiar... No sé, ya lo decidiré. Pero antes me iré a Nueva York en navidad, a París en febrero y a Italia en julio. Amo la fiesta, los puromoros rojos y el sexo -miro su expresión antes de continuar, está sonriendo, bien.- .No quiero morir sin haber hecho una gira y haber...- Me pregunto unos minutos si decirlo o no, Ronald me mira intrigado.-  bailado en la graduación con mi padre. No moriré sin haberme hecho una foto con Papá Noel. Bueno, esto es suficiente, ¿no crees? Ya me conoces más que nadie. 
-Gracias por toda la información, pero no hacía falta. Parece que tiene muchas cosas que hacer, Annabelle.
-Ronald, no me llames así. No me gusta.
-Annabelle, es su nombre, siempre va a tener que vivir con él. Será mejor que se acostumbre. Ya hemos llegado señorita. 
-Bueno, gracias por todo. 
Le doy un beso en la mejilla, que deja a Ronald un poco extrañado y voy a la puerta de mi casa. Me abre Cecilio. 
-¡Annie!
-Cecilio, ¡me has llamado Annie! Te voy a hacer un fiesta.- bromeo.
Él se ríe y entramos en casa. Voy a la cocina y cojo de la caja llena de puromoros uno. Me lo como mientras voy a mi cuarto a llamar a la gente. Comienzo por Chelsea.
-¡Annie!
-Hey Chels.
-Menos mal que estás bien. Casi me da un infarto. ¿Qué tal la noche en casa del señor Knoxville?
-Bien, un poco movidita, pero muy bien.
-¿Por? 
-He entrado en el baño y estaba duchandose, me he vuelto a la cama y ha aparecido con una toalla. Y me llama señorita y de usted.
-Bueno, si que ha empezado un poco movidita pero no te ha hecho nada, ¿no?
-Chels, no es un pervertido sexual. 
-Ya, claro. ¿Te has leído "50 sombras de Grey"?
-Sí...
-Pues ya sabes que Christian también parece normal.
-Chels, no me voy a enamorar de él. Y no mantendría una relación sadomasoquista con nadie. 
-No sé, tú aléjate de él, sólo por si acaso.
-Ay Chels, no te preocupes. Te dejo que tengo que llamar a más gente.
-Adiós cielo. Un beso.
-Te quiero.
Cuelga y me pongo a llamar a Lily.
-Lily.
-¡A! Menos mal. ¿Por qué no viniste a la fiesta de después? De repente te perdí de vista, como todos.
-Es que me fui a casa. Estaba cansada...
Mejor no decírselo, no sé por qué, pero cuantos menos sepan que me drogaron mejor. 
-¿Tú? ¿Cansada? ¡¿No estarás embarazada?! 
-Dios Lily, no. 
-Lo siento, es que no es normal que tú te canses...
-Lo sé. Bueno, adiós Lily.
-Hasta esta..
Le cuelgo sin querer antes de que me responda, si es importante ya me llamará. Ya van dos, me quedan Bruce y Logan. Empecemos por Bruce.
-¡A!
-¿Dónde te metiste ayer?
-Estaba cansada...
-Bueno, adiós, me voy al entrenamiento. Un beso.
-Adiós, no te canses mucho.
Bueno, ya sólo me queda Logan. Marco su número que me sé de memoria. 
-A.
-Hola Logan. 
-Anoche no contestabas, estaba preocupado...
-Estaba dormida...
-A, no me mientas, llamé a tu casa y dijeron que no estabas.
-¡¿Llamaste a mi casa?! ¿Quién te dio el número?
-A, lo tengo guardado...
-¡Aún así! ¡Quién te da permiso para entrometerte en mi vida privada!
-A, estaba preocupado...
-Me da igual Logan, adiós.
Va decir algo pero le cuelgo. Nadie tiene derecho a controlar mi vida. Subo a mi cuarto a fumarme un cigarrillo. Me quito la ropa para ponerme el pijama. Calentito, porque la verdad me estoy helando. Voy a el baño a avisar a mi madre que ya estoy en casa. 
-Hija, genial que estés ya aquí, oye, ¿me haces el favor de encender la chimenea?
-Claro. 
Bajo a bajo, Carter está jugando con uno de sus trenes. 
-Annie, ¿puedo ayudarte a encender la chimenea?
-Claro peque, tráeme la leña.
Encendemos juntos la chimenea y después jugamos hasta la hora de comer. Como poco, no tengo mucha hambre y me voy a mi cuarto. Enciendo mi ordenador y abro mi facebook y el twitter. Vaya, un mensaje. 
De: Emily Rosen.
Asunto: Desaparecida.
A, ¿dónde te metiste anoche? Todos se preocuparon pero yo les dije que no te pasaba nada, que te habrías ido con algún chico que estaría bueno y ya. 
Por favor, no me hagas quedar en ridículo. Un besito. 

De: A. Van Middelsworth.
Asunto: Aparecida.
Emi, no te preocupes, estoy bien. Lo que pasa es que no me fui con ningún chico. Me dolía la cabeza y me fui a casa. 
Un kiss. 
PD: Diles a estos que no creo que salga esta noche. (Creo que me he pillado un catarro) 

La verdad no es que me haya puesto enferma, es sólo que no me apetece salir esta noche, podría quedar con alguien para que se viniese a mi casa. Sí, eso es una buena idea. Chelsea me va a echar la bronca por dejar que me drogaran así que ¿a qué otra, que no salga de fiesta, puedo llamar? Carly creo que sí que sale esta noche. Bueno, voy a probar. 
-¿Carly?
-Dime A. 
-¿Esta noche tienes algo que hacer?
-Sí, he quedado. ¿Por?
-Nada, es que yo hoy no salgo. 
-Yo tampoco, he quedado con Mike.
Puaj, Mike... Es su novio, un chico con el que tuve algo (sólo nos acostamos y nos liamos) hace unos meses antes de verano, en la cama es más bien pésimo. A saber que van a hacer...
-Vale, usar condón eh. 
-No hace falta tomo la píldora.
-Tía, ¿te hormonas por un tío?
-Es mucho mejor.
Pues eso espero, porque con condón es nulo.
-Bueno, haz lo que quieras. Adiós Carly. Pásatelo bien esta noche. 
-Lo haré, un beso amor.
Bueno, intento fallido. No me queda otra que quedarme con mi familia. No paso una noche en familia desde los quince años. Bajo con todos, están viendo la televisión. Me uno a ellos, aunque es una serie de dibujos animados. Phineas y Ferb. Es interesante, unos niños que inventan cosas y su hermana intenta pillarlos, pero no lo consigue. Había oído hablar de la serie, por lo de Candace Flynn, la niña esquizofrénica, pero nunca la había visto. Mi hermano se duerme un rato encima mío. Tiene el mismo pelo que Cecilio, moreno. Pero los ojos color miel de mi madre, la nariz es como la mía, como la de mi madre. 
-Annie, ¿hoy te quedas conmigo?
-Sí. 
-¿Quieres qué te enseñe un truco de magia?
-Claro.
Carter se va a por las cartas. Cuando las trae también lleva la capa de Harry Potter, su película favorita. 
-Ya está, yo voy a extender las cartas ¿vale?
-Vale.
-Y tú tendrás que ir sacando las cartas, menos una, que la elijo yo.
-Está bien. A ver qué tal te sale.
Extiende todas las cartas y me hace una seña para que coja una. Elijo una del medio.
-¡Espera! No la puedes ver tú, la veo yo, y todavía no te he dicho que va a ser. Va a ser una jota.
-Vale, pues cógela.
La coge y me dice que coja otra. Elijo la que estaba al lado de la anterior.
-Un dos.
-Esta.- le señalo una de unos puestos más a la izquierda.
-Un as. Ahora me toca coger a mí un siete- una vez a cogido la carta, me sonríe y dice-. ¿Me puedes decir las cartas en orden?
-Jota, dos, as y siete.
Vaya, mi hermanito es un mago. Le ha salido bien el truco de magia. Oigo mi móvil sonar y subo corriendo. Es Lily. 
-Hola, Lily.
-A, ¿te parece bien venir a las ocho?
¿A las ocho? Ostras, prometí cuidar a su hermano. Mierda, mierda, mierda.
-Sí, ¿llevo algo?
-No tranquila, aquí ya tenemos cosas. 
-Oye, ¿tú vas a estar?
-No, si fuese a estar no te lo habrían pedido.
-Es verdad. Bueno, ¿le tengo qué hacer la cena o algo?
-Sí.
-Vale, hasta luego. Un beso.
-Un besito amor. 
Joder, se me había olvidado lo de Grayer. Miro le reloj, siete menos diez. Me tengo que vestir e ir a casa de Lily, que está muy lejos de la mía. A unos tres cuartos de hora. Me pongo a elegir la ropa, algo simple. Una camiseta negra, básica y unos vaqueros azules. Me hago un moño y me bajo abajo a decirle a Carter que no voy a pasar con él esta noche...
-¡Annie! ¿Quieres que veamos esta noche Harry Potter y la piedra filosofal?
-Carter, me tengo que ir...
-¡Pero me habías dicho qué te ibas a quedar conmigo!
-Lo sé, pero me voy a cuidar a Grayer.
-Es mi amigo, podrías llevarme... 
La verdad no es mala idea, pero mi paciencia no es mucha y si tengo que soportar a dos niños...  Mi madre dice que no así que me salvo. Mi hermano está enfadado pero yo no tengo tiempo de consolar a nadie, son las siete y veinte. Salgo pitando de casa y cojo el coche de mi madre, un Nissan Leaf, sí, es un coche eléctrico, es que mi madre es muy "ecologista". Lo pongo en marcha y voy a casa de Lily. Llego a las ocho y diez. 
-Lo siento, es que había tráfico- me disculpo.
Es mentira, pero bueno, así no queda mal.
-No pasa nada. Gracias por venir Anna.
¿Anna? ¿Ahora me llaman Anna? Cada vez tengo más nombres...Me meto en la casa y dejo las llaves junto con mi chaqueta en el perchero. Me llevan al cuarto de juegos de Grayer, son muy ricos. Están jugando Lily y él. Lily me da un abrazo. Grayer repite a su hermana. Sus padres se van  y a las nueve también se va Lily.
-Bueno Grayer, ¿qué quieres cenar?
-Quiero cenar... tus labios.
¿Un puto niño de seis años?
-Voy a coger las papas. 
No sé cocinar, así que es lo único que puedo hacer. Bajo a por las papas, las pongo en una bandeja y cuando entro, para mi desagradable sorpresa hay una frase pintada en la pared con rotuladores. "QUIERO TOCARTA LAS TETAS" Creo que se refiere a que me quiere tocar las tetas pero su caligrafía de seis años es lo que tiene. 
-Joder Grayer. ¿Por qué has hecho eso?
-Mamá dice que no se dicen palabrotas.
-Perdón. Ahora voy a tener que borrarlo....
Joder, yo mato a este niño. Mira, si que puedo decir palabrotas pienso sacando la lengua en mi cabeza. No se me ocurre nada así que no me queda otra que llamar a Chelsea.
-Annie...
-Chelsea, tengo un problema. Estoy en casa de Lily, cuidando a Grayer y el niño este ha pintado en la pared "quiero tocarta las tetas"
-¿Tocarta? 
-Sí, no sabe escribir bien. Bueno, el problema es que está en un sitio en el que se ve muchísimo y está escrito con rotulador. Me va a dar algo tía. 
-A ver, tranquilízate. Pero yo no puedo ir...
-¿Qué?
-Estoy en la cena familiar.
Mierda, la puta cena familiar de los sábados....
-Tía, necesito ayuda. 
-A las once si puedo voy, pero ahora te juro que no puedo. 
-Chels...
-Annie, te dejo. Adiós
Me cuelga antes de que pueda decir yo nada. Mierda, ¿ahora yo qué hago? No puedo dejar esto así. Llamo a la única persona que se me ocurre. Logan. 
-¿Sí?
Se oye jaleo. Debe de estar de fiesta. 
-Soy A. Tengo un grave problema.
-¿Qué? ¿Qué te pasa? 
-Un niño. Eso es lo que me pasa. 
-¿Un niño? 
-Sí, ¿puedes venir?
-¿Dónde estás? 
-En casa de Lily. Está en...
-Voy. 
¿Se sabe la dirección de Lily? ¿No se supone que no la conoce?
En menos de veinte minutos está aquí. 
-Logan. Mira esto.
Me sigue y cuando lo ve se empieza a reír. 
-Perdón.- dice riéndose.
-No, no le veo la gracia. Ahora lo van a ver sus padres y no me van a pagar.
-Bueno, siempre lo podemos pintar. ¿Dónde está Grayer?
-Está en la cama. ¿Cómo te sabes su nombre?
-Son mis primos.
Joder, lo que me faltaba. Encima llamo a familia. 
-Joder...
-No te preocupes, no se lo diré a mis tíos.
-Bueno, más te vale. ¿Sabes cómo lo puedo tapar?
-Pintándolo.
-Oh, ¿te aplaudo? No tengo pintura.
-Pero ellos sí. 
-¿En serio? ¿Dónde?
-Ye ye, no te creas que yo voy a ceder así de fácil.
-Oye... ¿Qué tengo qué hacer?
-Huy, eso sueno muy incitador eh. 
-Logan, ya.
-Dame un besito.
-Ya empezamos, eres como tu primo, se notan los genes. 
-¿Te ha pedido un beso?
-Mejor dicho, mis labios para cenar.
Se empieza a reír. Se cae al suelo y me acabo riendo yo también. 
-Bueno, yo te digo dónde está la pintura si me cantas. Nunca lo has hecho y me muero de ganas. 
-Oh no. Ni lo pienses. No aquí.
-¿Mejor en un habitación?
-Oh, cállate. 
-Cántame. 
-Otro día. Te lo prometo. 
-¿Sueles romper tus promesas?
-No.
-Bueno, ahora te traigo la pintura.
Vuelve unos cinco minutos después con un bote enorme de pintura. 
-Joder, eso sí que es grande.
Ambos nos estamos riendo un rato y después empezamos a pintar. Me pinta, sabía que pasaría esto. Mi cara está de color beige. 
-Así estás más guapa.
-Logan, amor, no empecemos que todo el mundo sabe que no sabes pintar y me destrozarás la cara. 
-O te la arreglo.
Le pego un golpe en el brazo y le pinto el vaquero.
-Ups, perdón. 
-A, te mato.
-¿Me matas?
-Sí, mis pantalones eran nuevos.
-Mi cara vale más que esos pantalones.
-Oye, eres una creída, eh.
-No soy una creída, yo no estoy enamorada de mi misma, eres tú el que esta coladito por mí.
-Anda, calla.
Acabamos de pintar la pared y dejamos todo como estaba. El niño este no se ha despertado, ya es la una y media de la madrugada y llaman al timbre. Echo a Logan por la puerta de atrás y abro. Son los padres de Lily.
-Hola Anna.
-Hola Lily.
Lily también es el nombre de la madre de Lily.
-Parece que ya te puedes ir Anna.
-Vale, adiós.
-Adiós guapa- me dice su padre (no me acuerdo de su nombre)
Les doy un beso de despedida y me dan setenta libras. Oh sí. Me abre la puerta y salgo. Fuera me está esperando Logan, apoyado en el coche.
-Oye, que sexy estás ahí apoyado en el coche, ¿quieres llevarme a tu casa esta noche?
Me abre la puerta del coche del copiloto.
-Te llevo a casa. Yo conduzco.
-Eso se hace en las citas....
-Esto ha sido muy parecido.
Me lleva a casa. Carter ya está durmiendo. Le doy un beso en la frente y me voy a poner el pijama.
Puf, que día más largo. Me he despertado en casa de un desconocido que sabe más de mí que casi cualquiera. He estado con Carter toda la tarde y por la noche he tenido que "cuidar" a un demonio. Mejor me duermo ya.

CHELSEA.

Oigo mi despertador. Miro el reloj. Las nueve y media. Llamo a Annie y no me lo coge. Me empiezo a poner nerviosa. Llamo otra vez, pero tampoco me lo coge. Me intento convencer de que estará durmiendo pero estoy muy preocupada. Mi madre me grita desde el salón para que vaya a desayunar. Desayuno tostadas con mermelada de naranja. La mañana pasa lenta hasta que me llama, me ha dicho que no le ha hecho nada, uf, pero ese señor Knoxville no me acaba es muy Christian Grey y aunque Annie diga que no se va a enamorar...
Ahora que lo pienso en los tres años que conozco a Annie nunca se ha enamorado. Ni ha mantenido una relación seria con nadie. Es muy dura y difícil de impresionar pero aunque lo consigas no te da ni una oportunidad. Logan, ese chico lleva detrás de ella, como tantos otros, mucho tiempo y le ha hecho todo tipo de cosas para impresionarle. Desde cajas de bombones hasta ramos de flores de cien libras. No entiendo porque no sale con él. Ni siquiera se han besado. Es muy raro. La verdad es que Logan siempre me ha gustado aunque no lo acepte pero nunca se fijaría en una chica de dieciocho que pesa más de ochenta kilos. Me he planteado muchísimas veces adelgazar pero no tengo tiempo para hacer ejercicio y como mucho, me he hecho muchas dietas pero siempre recaigo. Como con mis padres y mi hermana y luego me voy a leer. Me acabo "El retrato de Dorian Gray" después me ducho. Me lavo el pelo y me lo seco y me lo plancho. Cuando he acabado me pongo un vestido de flores para mi cena familiar. Tengo una un sábado al mes.
La cena va muy bien salvo que por mi abuelo, que tiene alzhéimer y no se acordaba de mi hermana cuando hemos llegado. Un par de discusiones. Mi tío borracho dándonos dinero a los sobrinos y mi abuela y mi tía abuela ajetreadas trayendo cada vez más comida. De repente mi abuelo se levanta y se cae. Mis tías gritan y mi tío Robert está llamando al hospital y mi prima Grace y yo nos llevamos a lo pequeños a otra habitación. A la media hora entra mi madre para decirnos que mi abuelo está ingresado. Tiene una mirada triste. Sé lo que va a pasar...
 -Annie...
-Chelsea, tengo un problema. Estoy en casa de Lily, cuidando a Grayer y el niño este ha pintado en la pared "quiero tocarta las tetas"
-¿Tocarta? 
-Sí, no sabe escribir bien. Bueno, el problema es que está en un sitio en el que se ve muchísimo y está escrito con rotulador. Me va a dar algo tía. 
-A ver, tranquilízate. Pero yo no puedo ir...
-¿Qué?
-Estoy en la cena familiar.
Mierda, la puta cena familiar de los sábados....
-Tía, necesito ayuda. 
-A las once si puedo voy, pero ahora te juro que no puedo. 
-Chels...
-Annie, te dejo. Adiós. 
Quiero llorar, pero nunca he sido de llorar y no estoy en mi casa. A las once, como le dije a Annie, voy a casa de Lily con la excusa de que me tiene que dar unos apuntes. Cuando llego veo la puerta abierta. Entro y veo a Annie con Logan. Están comiendo puromoros rojos, lo preferidos de Annie. Sé que sólo cortaría el rollo así que mejor me voy. Me voy andando porque mi casa sólo está a unas casa más allá. Abro la puerta. Me tiro en el sofá y lloro. Silenciosa, cuidadosa de que nadie me escuche. No puedo seguir así pero... me dirijo al baño sin ser consciente de lo que estoy haciendo. Cierro la puerta con pestillo y pongo música en mi Blackberry. Suena "Stronger" de Kelly Clarkson. Me meto el dedo índice y el corazón en la boca y me provoco una arcada. Lo repito un par de veces hasta que echo todo lo que yacía en mi estómago. Lo sigo haciendo hasta que lo único que sale de mi boca es saliva. Por un momento me siento bien conmigo misma. Después me cepillo los dientes y me voy a la cama como si nada saliera de lo normal. Hoy, doy paso a la futura delgada Chelsea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario